Entrevista a Francesc Rozalén

¿A qué edad empezaste a estudiar el trombón? 

A los 8 años.

¿Quiénes han sido tus profesores?

Desde el punto de vista académico, mis profesores han sido:

José Vicente Oliver en el Grado Elemental, Gaspar Sanchis en el Grado Medio y Jesús Juan Oriola en el Superior, compaginando y ampliando continuamente mi formación con profesores como Antonio Zapata, David Rejano y Martin Reinhardt, entre otros. También he tenido la oportunidad de recibir clases y realizar cursos de perfeccionamiento con destacados profesores como Simeón Galduf, Ian Bousfield, Vincezo Paratore, Daniele Morandini, Daniel Perpiñan, Juan Manuel Real, Ricardo Casero, Jörgen van Rijen… 

¿Dónde has estudiado? Nombra los centros por los que hayas pasado a lo largo de tu itinerario formativo: escuelas, conservatorios, academias…

Empecé mis estudios en la Unión Musical de Llíria, realizando a la vez el Grado Elemental de piano en el Centro Integrado y el Grado Elemental de trombón en su Escuela de Música. Posteriormente continué los estudios de Grado Medio en el Conservatorio Profesional de Llíria y los de Grado Superior en el Conservatorio Superior de Valencia, compaginando los dos últimos años con la formación en la Academia de Estudios Orquestales Fundación Baremboin-Said de Sevilla, así como asistiendo a cursos y másters realizados tanto a nivel nacional como internacional (Slide Factory Europeran Trombone Festival de Rotterdam, Festival Internazionale “Santa Fiora in Musica” de Italia, entre otros).

En mi formación también ha sido importante haber formado parte durante varios años de jóvenes orquestas como la Orquesta Filarmónica de la Universidad de Valencia, la Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana y la Joven Orquesta Nacional de Cataluña.

¿Cuál es tu metodología de trabajo? (Durante todo el proceso: desde el calentamiento hasta el final del estudio)

El enfoque para el estudio es diferente según si es para trabajar en orquesta, conservatorio o para presentarte a pruebas. En mi caso que he trabajado en conservatorio y en orquestas profesionales, has de adaptarte a la situación y al contexto para tu estudio diario.

Suelo hacer una mezcla de series, es decir, unas 10 series. Cada serie es de 13 minutos y descanso 2 ó 3 minutos entre ellas. En la primera serie hago un calentamiento con registro medio grave y mucho uso de transpositor con notas pedales. En las siguientes series ya empiezo a incorporar flexibilidad, articulaciones y algo de boquilla, pero lo justo para mejorar lo que vea necesario. En las últimas series ya introduzco pasajes de orquesta o de conciertos. Siempre termino la última serie con algunos ejercicios de relajación. Si se acerca una audición o concierto voy uniendo series.

¿Cuál es el aspecto más importante, en tu opinión, de la técnica interpretativa trombonística?

Con el tiempo te das cuentas de que con una buena columna de aire, saber como emitirlo y conocer donde está el centro de las notas, tienes mucho ganado en la técnica, sobre todo el sonido, que es la carta de presentación a la hora de interpretar. 

¿Con qué escuela del trombón te identificas más?

Una mezcla de todas te enriquece, y más hoy en día. Lo importante es que cada uno encuentre su propia manera de interpretar. 

¿Cuál es el nivel de los intérpretes de trombón españoles?

Muy pero que muy bueno, nada que envidiar al nivel de otros países.

¿Cómo valoras la formación que reciben los trombonistas españoles, en general?

Es buena, pero creo que sería interesante empezar a incorporar un cambio en los objetivos y contenidos de las enseñanzas.

¿Qué opinas del nivel pedagógico de los profesores de trombón en España?

Como en todos lados hay de todo, pero creo que es bueno en general.

¿Qué valoras menos de la forma de enseñar el trombón en nuestro país? 

No hay que olvidar que todos los trombonistas no pueden ser grandes concertistas o solistas de orquestas y en los conservatorios sólo nos enseñan a eso. Creo que enfocar al estudiante de trombón a que tenga diferentes visiones sobre sus salidas laborales es básico. La pedagógica, por ejemplo; no nos enseñan a hacer programaciones y a ser también en un futuro un buen profesor de trombón, como ocurre en Europa.

Por otra parte, después de mi experiencia durante varios años en orquestas profesionales, veo que es necesario potenciar el estudio del repertorio orquestal en los conservatorios.

¿Qué valoras más de la forma de enseñar el trombón en nuestro país?

Sobre todo los grupos de cámara, coros de trombones y ensembles que se han formado los últimos años.

¿Qué aspectos deberíamos copiar de los centros educativos de otros países?

Se podrían hacer más audiciones todas las semanas. Tengo amigos estudiando fuera y me cuentan que cada semana hacen audiciones en el conservatorio.

¿Consideras que el trombón tiene suficiente presencia en la cultura musical española?

No, creo que no, pero bueno, igual que la cultura en general en este país. Y menos mal que está la tradición de las bandas de los pueblos que fomentan sobre todo los instrumentos de metal, en nuestro caso el trombón.

¿Qué crees que podría hacerse para aumentar dicha presencia?

Promover mucho más los concursos, cursos, etc., y eso la ATE lo está haciendo fenomenal, está siendo de gran ayuda.

¿Tienes más ideas que puedan ayudar a difundir el trombón y su música?

Potenciar la cultura trombonística en su diferentes estilos y épocas mediante conferencias, exposiciones, cursos…

Difundir la música de trombón con jornadas, ciclos…

Crear concursos tanto de interpretación como de composición.

¿Cuál es el repertorio para trombón que más te gusta?

Me gusta mucho el repertorio de sacabuche y música antigua.

¿Cuál es tu obra favorita?

Launy Grondahl y Henri Tomasi.

¿Cuál es la marca de trombón con la que tocas y por qué?

Empecé con Bach y desde hace años toco con Edwards, pero la verdad que me gusta mucho Courtois.

¿Cuales son las iniciativas o actividades de la ATE que encuentras más interesantes?

Los encuentros que hacéis y concursos para los más jóvenes.

¿Alguna idea que nos ayude a mejorar la ATE?

Con esta línea la verdad es que al trombón lo ponéis en primera fila. Seguir así sería una buena elección