Marco Bellizzi

OFF THE RECORD

¿Nos confiesas tu edad? Sí claro, 40 años

¿Dónde naciste?: Leominster, Massachussets, USA

Una música imprescindible:  A mí me gusta escuchar de todo, siempre que sea música de calidad. Ya que estamos os invito a descubrir mi nuevo proyecto “Boîte à Musique”, el disco estará disponible las próximas semanas. Música de jazz pensada por y para el trombón…

Intérprete favorito: Son muchos los que me gustan pero si sólo voy a citar a uno: Glenn Ferris, ha sido una gran inspiración para mí.

Tu último libro: CREATIVIDAD, liberando las fuerzas internas de OSHO, todavía estoy intentando asimilarlo…

Una película que ver: ¡Algo que me haga reir! A la vida hay que echarle sentido del humor

Un hobby para desconectar: El deporte: hacer monte, correr y bici de montaña principalmente

Una comida sin la que no puedes pasar: ¡Todo me va bien! Pero cuido enormemente mi alimentación. El cuerpo es nuestro instrumento, alimentación y deporte son imprescindibles.

¿Y una bebida?: Un buen gintonic en buena compañía

Un sitio para vivir: Un lugar que tuviera el encanto de París, la luz de Cádiz y la compañía de Pamplona

Un deseo: ¡Salud!

CUESTIONARIO

¿A qué edad empezaste a estudiar el trombón?

A los 8 años empecé con el piano, cuando tenía 10 pusieron trombón en el centro en el que estudiaba… fue amor a primera vista! Tardé poco en dejar el piano…

¿Quiénes han sido tus profesores?

Responder a esta pregunta me ha supuesto un buen trabajo de reflexión. Voy a citar cronológicamente los profesores con los que he estudiado trombón de una forma regular, ya que es de lo que estamos hablando: Juanjo Torres, Miguel Sansiñena, Cele Barros, Philippe Betaché, Pierre Schyns, Jacques Bolognesi, Yves Bauer, Bernard Camoin, Ed Byrne, Daniel Zimmerman, Dennis Leloup, Glenn Ferris

¿Dónde has estudiado? Nombra los centros por los que hayas pasado a lo largo de tu itinerario formativo: escuelas, conservatorios, academias…

EM Barañain, Conservatorio Pablo Sarasate (Pamplona), Conservatorio Renteria (Guipuzcoa), Conservatorio XIX (Paris) en mis estudios clásicos de trombón. En mi formación de jazz: IACP (Paris), Conservatorio IX (Paris), ENM Le Perreaux (Francia), CNR Paris

¿Cuál es tu metodología de trabajo? (Durante todo el proceso: desde el calentamiento hasta el final del estudio)

Para mí los pilares fundamentales a la hora de trabajar son la ilusión por mejorar y la constancia. Sólo si se trabaja con regularidad y en mi opinión regularidad quiere decir: ¡todos los días! se consiguen objetivos. Esta parte es primordial, saber establecer objetivos que sean realistas e ilusionantes, plantear adecuadamente el plan de trabajo para alcanzar estos objetivos y observar el proceso de trabajo llevando un control exacto de cada ejercicio.

Cada vez entiendo más el trabajo diario de mis alumnos y el mío propio como el de los deportistas profesionales. Ser un profesional del trombón implica trabajar tus puntos débiles para salir reforzado, saber establecer retos y esforzarte para conseguirlos.

Soy bastante meticuloso (aquí mas de uno pondría maniático) con mis rutinas:

-Calentamiento: movilidad articular del cuerpo en general (y labios en particular), respiración (buscando la dar velocidad y dirección al aire). Vibración en boquilla unos pocos ejercicios buscando el correcto posicionamiento y centrado de la misma (no hago más boquilla, sólo en el calentamiento y no mucha).

-Articulación: lo que hacemos con la lengua, lo que somos capaces de articular dentro de la boca condiciona enormemente lo que tocamos. Trabajo picado simple y doodle tonging con escalas, arpegios…

-Flexibilidad: control de los labios buscando el mínimo movimiento, entender la función de los labios, de la lengua, de la garganta…

A partir de aquí, que es lo que considero trabajo básico diario, me meto en lo que estoy trabajando en ese momento. Puede ser el repertorio de un proyecto en concreto, con sus parrillas armónicas y estructuras. Algún estudio técnico, alguna transcripción…

Suelo procurar cuidar la puesta a cero, sobre todo si el trabajo ha sido intenso, un ligero WarmDown siempre ayuda a encontrar el punto de partida más rápidamente al día siguiente.

¿Cuál es el aspecto más importante, en tu opinión, de la técnica interpretativa trombonística?

No creo que haya un único aspecto que sea más importante que los demás:

-Control del aire: velocidad y dirección

-Flexibilidad: control de la embocadura

-Articulación: dicción en el trombón, lo que hace nuestra legua, picado simple, duro, blando, doble, doodle…

-La vara: sincronización: velocidad y precisión.

¿Con qué escuela del trombón te identificas más?

A mí esto de las escuelas me parece que se está perdiendo. Hoy en día existe una gran globalización y desde casa tenemos acceso a conocer a gente que está haciendo cosas interesantes en la otra punta del mundo. En el mundo del jazz ha habido trombonistas muy influyentes con técnicas muy distintas, yo creo que de todos se puede aprender, lo importante es fijarse en buenos ejemplos y exprimirlos para llegar a absorber el máximo de información posible.

¿Cuál es el nivel de los intérpretes de trombón españoles?

En lo que al jazz se refiere hace 20 años esto era un desierto con algún oasis destacable. En este tiempo la situación ha cambiado mucho, cada día hay mejores profesionales pero es evidente que estamos dando los primeros pasos. La inclusión del jazz en los centros superiores ha ayudado enormemente pero falta mucho por hacer a todos los niveles. A mí me ilusiona el reto…

¿Cómo valoras la formación que reciben los trombonistas españoles, en general?

Hoy en día el alumno que tiene hambre por aprender aprende. Los recursos disponibles son casi ilimitados, cuesta menos desplazarse. De hecho muchas veces son los profesores los que se desplazan. Yo trabajo en el Conservatorio Superior de Navarra y en los últimos años han pasado grandes figuras del trombón por nuestro centro. Muchos alumnos aprovechan al máximo estas oportunidades pero otros las dejan pasar, siempre tienen una buena razón para no apuntarse a los cursos o a las masters…

Lo que quiero decir es que los alumnos que se esfuerzan y se comprometen, aprenden. Otros no se implican, dejan pasar el tren, y también hay otros que tan solo critican todo desde la distancia.

¿Qué opinas del nivel pedagógico de los profesores de trombón en España?

Creo que no se puede generalizar, en España hay alguno de los mejores pedagogos que yo haya conocido pero también los hay más normalitos y otros que no llegan ni a eso. Esto ocurre aquí y en todo el mundo. Creo que, afortunadamente, el nivel medio y la formación profesional del profesorado ha crecido enormemente y en consecuencia los alumnos tienen cada vez mejores opciones. Yo he tenido un montón de profesores en mi trayectoria. Algunos han sido grandes motivadores y unos grandes apoyos en mi formación. Ahora bien, también he sufrido otros que poco me han aportado. A veces le toca al alumno asumir las riendas de su formación y saber tomar decisiones sobre con quién quiere estudiar y con quién no está aprovechando el tiempo.

¿Qué valoras menos de la forma de enseñar el trombón en nuestro país?

En lo que al jazz se refiere, que entiendo que es lo que en todo caso me corresponde valorar, lo que más hay que mejorar es la presencia de la música moderna y la improvisación en los niveles medios y elementales de la enseñanza musical.

Los que somos profesores tenemos que tener muy claro que nuestro objetivo tiene que ser que nuestros alumnos avancen y lo hagan lo mejor posible. A modo de ejemplo y con la intención de aclarar un poco más lo que quiero decir. Yo entiendo que un profesional de la enseñanza acceda a su cargo sin saber nada de improvisación, ni de jazz, ni de música moderna. Nadie se lo ha enseñado ni se lo han pedido para obtener su plaza. Ahora bien, eso no exime de que un profesor debe tratar de estar actualizado. Hay quien en 20 años de recorrido como profesor en una escuela de música o conservatorio elemental no ha dedicado ni un minuto a formarse en estos campos.

Entiendo que hay niveles en los que esto puede no ser tan necesario como el itinerario de interpretación clásica de un conservatorio superior pero en otros… Seguramente esta reflexión parte de tantas conversaciones que he tenido en repetidas ocasiones con grandes compañeros, profesionales del mundo “clásico” y sinfónico, en el que la falta de conocimientos en lenguaje del jazz, en la visión más práctica de la armonía que podemos tener nosotros, o en la improvisación, la han vivenciado como una importante carencia en su formación.

¿Qué valoras más de la forma de enseñar el trombón en nuestro país?

Creo que hay grandísimos profesionales dando clase en todo el estado. Gente que se preocupa por dar su máximo en las clases. Para mí un profesional es aquel que entra en el aula con la determinación de aportarlo todo dejando sus problemas o situaciones personales fuera del aula, volcándose en ser el mejor guía para el alumno que en ese momento está delante. Trabajamos con personas y el valor humano es imprescindible. Es un privilegio enseñar de manera individual o en pequeños grupos a nuestros alumnos.

¿Qué aspectos deberíamos copiar de los centros educativos de otros países?

Volviendo al jazz creo que es imprescindible que, como he dicho antes, se enseñe desde el nivel más elemental. En Europa tenemos grandes referentes de cómo se puede hacer desde el nivel más básico cuando un niño empieza su andadura musical hasta niveles más avanzados.

Creo que es un déficit enorme que un alumno que cursa grado medio en nuestro país no salga formado con los mínimos que se le piden para acceder a un grado superior de jazz. Creo en la formación integral de los músicos, el jazz no es algo tan “raro” ni alejado de la música “clásica”. Los alumnos son esponjas que pueden asimilar estos contenidos sin problemas. Creo que para un futuro solista de una gran orquesta haber aprendido algo de jazz sólo va a ser un plus en su formación, no le va a restar nada como intérprete y para todos los demás alumnos que igual no lleguen tan lejos tal vez les abra nuevas vías profesionales. Cada vez hay más profesionales preparados, solo falta que se tome la decisión de incluir esta formación a todos los niveles, para que el acceso no sea tan limitado.

¿Consideras que el trombón tiene suficiente presencia en la cultura musical española?

A mí me gustaría mucho ver más presente al trombón en general pero volviendo a lo que pasa en el mundo del jazz. Si ya es difícil que programen a un trombonista como solista de una orquesta en general la situación en los festivales de jazz es por lo menos igual de crítica. Los grandes festivales programan saxofonistas, guitarristas… extranjeros, ¿trombonistas? De vez en cuando cae alguno dentro de otras formaciones pero traer un proyecto liderado por un trombonista extranjero, eso si que pasa poquísimas veces. A nivel nacional la situación es parecida, cada vez hay mejores profesionales pero es difícil ver programado un concierto de un proyecto liderado por un trombonista. Yo estoy deseando que esto cambie…

¿Qué crees que podría hacerse para aumentar dicha presencia?

Ojalá supiera yo cómo cambiar esto… En general no sé qué se puede hacer pero a nivel particular sí que creo que podemos hacer un poco más. A menudo nos cuesta movernos, no sé por qué pero tengo la sensación de que a pesar de tener una buena oferta cultural en general nos cuesta salir de casa. ¡Hay que ir a los conciertos! A veces da la impresión de que la gente está en casa viendo vídeos y dándole al “me gusta” en vez de salir a ver que está pasando en vivo en los escenarios de nuestras ciudades…

¿Tienes más ideas que puedan ayudar a difundir el trombón y su música?

Creo que ayudar a los creadores en general. Hay compositores que necesitan ayudas, invitaciones para componer obras para concursos…

En mi caso, estoy a punto de sacar un disco, con un repertorio íntegro dedicado al trombón. Sacar un disco es una tarea titánica en la que un poco de apoyo no vendría mal… ¿por qué no un sello discográfico?. Sé que es una propuesta muy interesada pero me hubiera venido genial jajaja

¿Cuál es la marca de trombón con la que tocas y por qué?

Tengo el mismo Bach 36 desde hace 30 años (en verdad tengo dos), es el que uso habitualmente, he probado otros pero he acabado volviendo al mismo. También uso un trombón simple y pequeño dependiendo del proyecto ahora acabo de iniciar una nueva relación con un Schmelzer model one, de plata, estamos en pleno proceso de enamoramiento…

¿Cuales son las iniciativas o actividades de la ATE que encuentras más interesantes?

Me parece espectacular el nivel de profesionales que la ATE acerca a sus socios en los encuentros. Me parece una suerte, un privilegio poder estar presente en una master o un calentamiento de estas eminencias. Hacer conciertos y poder conocer gente de fuera o de al lado de casa con cosas interesantes que decir…

¿Alguna idea que nos ayude a mejorar la ATE?

Me parece que la ATE está haciendo una gran labor pero por aportar algo se me ocurre que hay un par de campos en los que se puede hacer un poco más.

Por lo que me ha parecido, los encuentros tienen un marcado enfoque hacia la interpretación “clásica” del trombón, clases de técnica, de calentamiento, de repertorio de orquesta… Sé perfectamente el esfuerzo que se está haciendo para hacer más presente el jazz también, cosa que yo personalmente agradezco enormemente!

Creo que se podrían plantear unos talleres para dar recursos a los profesores de diferentes niveles, priorizando los niveles de iniciación que son los más numerosos y los que son cantera de lo que viene después, a modo de ejemplo:

-Taller sobre qué aspectos son fundamentales en la iniciación al trombón

-Cómo trabajar la clase grupal con los niños

-Cómo iniciarse en el mundo de la improvisación

Igual se podían encargar arreglos sencillos y atractivos para animar a los más pequeños a participar con la posibilidad de tocarlo en los encuentros y de que los profesores los trabajen en sus centros con sus alumnos…

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